Magaly Medina... temas de la agenda pública


Cortina de humo, sí; cortina de humo, no...
Difamación, sí; difamación, no...
Libertad de expresión, sí; libertad de expresión, no...
Mensaje del Poder Judicial, sí; mensaje del Poder Judicial, no...

fuente: http://www.youtube.com/watch?v=76zNXdFfQaw

La cosa es que este caso llegó al tope de la agenda pública y todos los demás temas fueron postergados... y algunos olvidados...

De acuerdo con información de wikipedia, la teoría de la agenda-setting postula que los medios de comunicación de masas tienen una gran influencia sobre el público al determinar qué historias poseen interés informativo y cuánto espacio e importancia se les da. El punto central de esta teoría es la capacidad de los mass media para graduar la importancia de la información que se va a difundir, dándole un orden de prioridad para obtener mayor audiencia, mayor impacto y una determinada conciencia sobre la noticia. Del mismo modo, deciden qué temas excluir de la agenda.

Más claramente, la teoría del "establecimiento de la agenda" dice que la agenda mediática, conformada por las noticias que difunden los medios informativos cotidianamente y a las que confieren mayor o menor relevancia, influye en la agenda del público.

Es decir, que los temas que son relevantes para los medios se convierten en temas importantes para el público. La teoría de la agenda-setting es el resultado experimental de una tesis que, a manera de metáfora, planteó Cohen: los medios (informativos) pueden no acertar al decirnos cómo pensar sobre un determinado tema, pero sí cuando nos dicen sobre qué pensar.

Teoría de la Agenda Setting

La Agenda-setting conforma toda una teoría que surge a finales de los años sesenta y se ha convertido en la teoría principal para la explicación de la influencia de los medios de comunicación sobre la formación de la opinión pública.

La traducción literal al castellano del barbarismo que da nombre a la mencionada teoría "agenda-setting” sería "fijación de la agenda" o "establecimiento de la agenda".

Existen dos niveles dentro de la agenda setting, que corresponden a dos etapas de investigación bien desarrolladas.

El primer nivel se concentra en los temas: Su hipótesis es que los medios nos dicen sobre qué pensar.

El segundo nivel investiga sobre los aspectos o atributos en los cuales enfatizan los periodistas al informar sobre los hechos: su hipótesis es que los medios nos dicen qué pensar.

Los principales bosquejos de esta influencia fueron esbozados por Walter Lippmann en su clásico libro de 1922, Public Opinion, que empezaba con un capítulo titulado «The World Outside and the Pictures in Our Heads» [El mundo afuera y las imágenes en nuestras mentes]. Como Lippmann señalaba allí, los medios informativos son una fuente fundamental de las imágenes que hay en nuestras mentes sobre el mundo de los asuntos públicos, un mundo que para la mayoría de los ciudadanos está «fuera de alcance, fuera de la vista, fuera de la mente». Lo que sabemos del mundo se basa sobre todo en lo que los medios deciden decirnos. Más específicamente, el resultado de esta visión mediada del mundo es que elementos sobresalientes de la agenda de los medios se vuelven sobresalientes en la mente pública.

La relación de esta teoría con la comunicación estratégica de las empresas está en que se toma a la institución (lo que es y hace) como un hecho noticiable y hace público.  Así, los comunicadores empresariales  están difundiendo información (diciendo en qué pensar) que intenta penetrar en las mentes de sus públicos y posicionar a la empresa (diciendo qué pensar)... Pero ¿pueden lograrlo?

Para unos, basta con decir que el análisis de la teoría de la agenda setting es muy clara en ese sentido (ver párrafo escrito en color rojo) y no se puede decirle a la gente cómo pensar. 

Para otros, cuyo punto de partida no es el medio ni el periodista, sino las necesidades y demandas de los stakeholders, sí es posible...

En fin, el periodismo y la agenda setting no son comunicación estratégica... 

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