El libro negro de las marcas


Los ochenta años de la creación del ratón Mickey (ver nuestro post en el blog de marketing) nos recordaron algunas de las páginas de El Libro Negro de las Marcas de autoría de los periodistas autriacos Klaus Werner­ y Hans Weiss. En el se trata lo que José Alvarez Barco, de Voces para Latinoamérica, señala de la siguiente manera:

Walt Disney Company obliga a trabajar hasta 18 horas día. Trabajan con mujeres menores de 16 años y las horas extras no se pagan. Las trabajadoras tenían que dormitar en la empresa en habitaciones superiores a 24 personas, aceptar castigos humillantes y comer alimentos en mal estado. Todo esto mientras los controles de los inspectores se anunciaban previamente (así podían no acudir los menores al trabajo) y los operativos firmaban (obligatoriamente) nóminas falsas). Un año antes, el Hong Kong Christian Industrial Comité había publicado un informe similar sobre irregularidades en cuatro fábricas chinas que también producían para Disney, ¿Cuál fue la respuesta de la fábrica?; silencio, negociación y ocultamiento.

EL LIBRO NEGRO DE LAS MARCAS, El lado oscuro de las empresas globales es un libro que no puede dejar de leerse. La sumilla del libro es la siguiente:

Adidas, Bayer, Nike, Siemens, Shell, McDonald’s, Nestlé, Samsung… ¿Cuántas de nuestras marcas preferidas basan sus ganancias en la corrupción, el trabajo infantil, la destrucción del medio ambiente o el maltrato de animales? Cada vez son más las grandes empresas que trasladan sus fábricas allí donde pueden aprovechar condiciones inhumanas de trabajo, que se benefician desvergonzadamente de crisis económicas y conflictos armados, que toleran la tortura y la esclavitud y que transgreden la ley para poder vender bienes probadamente dañinos.

Pero a la vez hay cada vez más consumidores que no están dispuestos a tolerar esta situación y que exigen niveles mínimos de moralidad. El libro negro de las marcas desenmascara las verdades más turbias que se esconden detrás de las imágenes exitosas de las grandes marcas, pero también muestra el poder que pueden tener los consumidores para obligar a las empresas a cambiar algunas de sus prácticas. Con fichas que detallan una por una las acciones perniciosas de 50 compañías conocidas en el mundo entero, explica también qué actitud puede tomar cada lector para luchar activamente en contra de esta situación.

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